¿Bases genéticas del alcoholismo?

El alcoholismo, y en general el consumo de alcohol, está asociado a una amplia gama de patologías que van desde diversas neoplasias, a un elevado riesgo cardiovascular y patologías del aparato digestivo. Esta asociación con muy diversas enfermedades, así como accidentes de circulación y daños por conducta criminal, generan una morbilidad y una mortalidad muy importante a nivel mundial. Según la OMS, el consumo de alcohol estaría detrás del 4% de la mortalidad mundial (1).

 

Este impacto ha sido cuantificado económicamente, únicamente en EEUU, en 210-665 billones de dólares en 2002 (2). Un estudio que publica La Gaceta Internacional de Ciencias Forenses, en Octubre- Diciembre de 2015, revela sobre la base genética del alcoholismo, que el metabolismo del etanol se debe principalmente al grupo de enzimas denominado alcohol deshidrogenasas. Estas enzimas degradan el etanol a acetaldehído, el cual, si se eleva rápidamente en sangre debido a una tasa de metabolización alta del propio etanol, puede generar efectos adversos (flushing) que han sido propuestos como desincentivadores del consumo de alcohol.

 

El artículo explica que las personas con la variante GENÉTICA que codifica tener enzimas más activas para metabolizar etanol, generan, tras la ingesta de alcohol, una rápida acumulación de metabolitos tóxicos como el acetaldehído, responsables del ‘flushing’ o “enrojecimiento”, este fenómeno puede explicar por qué estas personas presentan un MENOR consumo de alcohol, ya que perciben sus efectos adversos mucho más rápido, al ser metabolizado el etanol con mayor velocidad en sus organismos. Por el contrario, en las personas con la variante genética DISTINTA que codifica tener enzimas ‘perezosas’, es decir, enzimas que metabolizan mas lentamente el etanol en sus organismos, el alcohol permanece durante más tiempo en la sangre sin ser degradado, generando MENOS concentración de metabolitos tóxicos como el acetaldehído, por lo cual se prolonga los efectos euforizantes de la bebida, lo que parece INCENTIVAR EL CONSUMO de alcohol en este grupo de personas que tienen enzimas que metabolizan mas lentamente el etanol, ya que no perciben tan rápidamente los efectos adversos de su consumo excesivo. Las aplicaciones de esta investigación pueden darse en tratamientos de desintoxicación alcohólica, ya que permite conocer si los pacientes tienen un perfil genético que predispone a un mayor consumo de alcohol y determinar el peso de este factor.

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